Abiertos los ojos, bien atentos los oídos, porque a lo largo de cinco días, nuestros niños y niñas han vivido una aventura cultural, en la cual han cabido universales quijotes, para inspirar sus poemas y relatos; momentos de juego compartido en educacion infantil y un completo viaje a Madrid que cambió los bocadillos de sus mochilas por música y estrellas. Hemos tenido el privilegio de asistir al estreno de la obra de teatro "PIPO Y PIRULETA", que el grupo del colegio prepara para la Muestra Escolar que acaba de comenzar. Al deporte, que es salud para el cuerpo y para la mente, dedicamos una mañana en la ciudad deportiva, ganadores TODOS de saltos y carreras, enarbolamos la bandera de la gratitud, porque sin lugar a duda, la cultura compartida, nos iguala por encima de capacidades personales o de privilegios sociales.
Un año más, con la llegada del fin de curso, toca dar paso a las despedidas. Un año más, toca soltar de la mano a otro promoción de alumnos que finalizan su etapa en la Educación Primaria. Un año mas, toca enfrentarse a esa mezcla de emociones que conllevan las despedidas, los cierres de una etapa de la vida que marca para siempre. Y es que, aunque parece que fue ayer cuando los alumnos de sexto, empezaron su andadura por los pasillos del Embajadores, han pasado ya nueve años de sus tempranas vidas. Durante todo este periodo ha dado tiempo a crecer, a formarse como personas, a hacer amigos para siempre, a vivir los primeros enfados, frustraciones, a sentirse arropados, a cultivar ilusiones, sueños, que tendrán que ir cogiendo forma a partir de ahora en otros nuevos contextos. Nosotros como docentes, tenemos la misión de darles la mano, de guiar su aprendizaje, de crecer a la par que ellos, de transmitir valores, gestionar emociones y de intentar que sean buenas personas ante todo...
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