Ya es costumbre, compartir el testigo de la ambientación navideña con las mamás de infantil, que sin vergüenza alguna y con mucho corazón, ocupan una mañana de navidad la escalera del colegio, y bien armadas de ilusión y pandereta, entonan villancicos populares para un público muy especial: sus hijos. Merece la pena, contemplar la escena, en la cual se combinan de igual manera, el sonido de los cantos, con las caras de los espectadores: asombrados, divertidos, encantados y por supuesto, sintiéndose como fanes orgullosos, unos privilegiados admiradores. Pinchando en la imagen podréis comprobarlo.