Con esta frase, hemos querido dar la bienvenida este curso escolar a los alumnos y a sus familias. Pensando en los niños primero, para que sepan, que queremos que sientan en el cobijo de la escuela el mismo amparo que sienten en casa, al lado de sus familias.
Pensando en las familias, para que no olviden que sus valores, sus enseñanzas, sus testimonios y ejemplos, son la primera escuela de sus hijos. Sentirse padre-madre principal protagonista del oficio de educar, es un orgullo y una responsabilidad. Labor complicada y enredada en estos días que vivimos, pero aquí entramos los maestros, aquí entra la escuela.
Con esta intención de caminar escuela y familia en una misma dirección, completando cada una el trayecto, según sus talentos, hemos empezado el curso, y esto va que vuela.
No perdamos de vista, ni familia ni escuela el objetivo: ayudar a crecer en sabiduría y a madurar en valores, esa es nuestra tarea.
Feliz y aprovechado curso 2018/19.
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