A hora resulta, que todas esas tardes, en las que los niños llegaban a casa y hacían las tareas, ha sido un ensayo. Sí, un ensayo diario, que sin saberlo, nos estaba preparando para la gran aventura. Ahora resulta, que los superhéroes no están sujetos a un acordado diálogo, tampoco son sus hazañas el resultado de duros entrenamientos. Ahora resulta, que la escuela, no se acaba cuando se cierran sus puertas y los maestros, nos vamos a casa, nunca ha sido así, pero puede que aquello, fuera solamente un ejercicio, un pretexto para asegurar el futuro. De una manera u otra, creamos lo que creamos, el Covi19 ha dado la vuelta a nuestras vidas. En Embajadores, el almendro ha florecido huérfano de miradas infantiles; los pájaros anidarán a sus anchas en la espesura del olmo de bola; la fuente, tan seca y tan sorda, ya no es refugio de las aves; florecerá la madreselva, vencejos y gorriones, serán privilegiados invitados al espectáculo...