EMBAJACOLE - Colegio Embajadores

Tras meses de ensayos, dedicación y esfuerzo por parte tanto de los alumnos como de las maestras encargadas de la obra, llegó el momento más esperado para cualquier actor o actriz. 

¡El día del estreno!

Los nervios estaban patentes entre bambalinas. Maquillaje por aquí, peinados por allá, disfraces mezclados entre risas nerviosas, manos frías y cosquilleo en el estómago. Pero ante todo, se respiraba ilusión, ganas y entusiasmo por divertir y divertirse, por ofrecer el resultado de meses de duro trabajo. El decorado listo, las butacas del Auditorio Municipal "Antonio López Torres" preparadas para recibir al esperado público. El reloj empieza la cuenta atrás para dar comienzo a la función...

Y así, llegadas las 20:30 h. de la tarde del 17 de mayo de 2023, las luces se apagaron y el telón se abrió para dar comienzo a la historia de "El rey que no sabía reciclar"

La basura y desperdicios, llenaban el reino de Tomillar. Los ciudadanos, enfadados de tanta basura, decidieron ir a visitar a su rey Antonio III, para intentar buscar una solución a tal nefasta situación.

Los cortesanos proponen llevar a cabo las "tres erres" (reducir, reutilizar y reciclar), técnica utilizada en otro reino. La corte real, no tiene ni idea de qué significan esas tres palabras. Así que hacen traer a gente de ese reino para que les explique en que consiste.

Cuando los soldados traen  a la fuerza a dos de los ciudadanos del  reino vecino, aún no saben que han "secuestrado" al príncipe Jaime el Ecologista. Un príncipe, muy adelantado a la historia.  Este, enseña a todo el reinado la importancia de reciclar, de una forma muy sencilla: a través de contenedores de colores... El amarillo para el plástico, el azul para el cartón y el papel, el marrón para la materia orgánica y el gris para todo aquello que no puede ser tirado en ninguno de los otros contenedores... Ah! y también el uso del Punto Limpio para electrodomésticos, pilas y otros enseres...

El reino Tomillar ha aprendido una buena lección y al son de rock, comienzan a limpiar todo el reino y sobre todo a reciclar adecuadamente en los contenedores pertinentes. 

A partir de ese momento, el reciclaje empieza a formar parte de la rutina diaria. Porque el uso de las tres erres, permiten cuidar nuestro planeta, frenar el cambio climático, disminuir las emisiones de C02 y reducir la utilización de recursos naturales.

Y así con este gran mensaje recibido por parte de Jaime el Ecologista, daba por finalizada la función.

El público ovacionó y aplaudió durante minutos al elenco de actores y actrices, que a pesar de su corta edad, lo hicieron ¡genial!.  Esta ovación se hizo extensible a las "teachers" encargadas de la obra, a las cuales, les fueron entregadas  un ramo de flores en agradecimiento por su gran labor.  

Desde el Ceip Embajadores, queremos felicitar en primer lugar a los 29 alumnos/as de los cursos de quinto y sexto de Educación Primaria, por su pasión por el teatro, por su dedicación, por lo bien que lo hicieron. Son actores y actrices amateur, que han sacado todo su potencial, que han sabido hacer reír, que han compaginado esta actividad con sus estudios, que han mostrado una gran profesionalidad.  Y sobre todo, porque lo han disfrutado muchísimo, que al fin y al cabo, es el objetivo principal.

Pero todo esto, no hubiese sido posible, sin la inestimable labor de las teachers María José y Marta, como codirectoras de la obra, de la incondicional ayuda del profe Antonio, de los sabios consejos de antiguos maestros como Don Alfonso, de la colaboración y ayuda todo aquel que ha arrimado el hombro en lo que ha estado a su alcance y por supuesto de la colaboración e implicación familiar. 

Sin ellos, no se hubiera podido llevar a cabo. Así que hoy dedicamos un gran aplauso a todo el equipo de teatro (maestros y alumnos), porque ha sido un deleite como espectadores, poder asistir a una obra tan bien hecha, con un mensaje y valores transmitidos, vitales en la sociedad actual y sobre todo, porque es un gustazo, ver a los niños/as disfrutar mostrando un brillo en sus miradas, que traspasaba al propio espectador. ¡Bravo por ellos!

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